La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el dolor crónico es un problema de salud pública, afectando a un alto porcentaje de la población mundial. Estudios de la OMS y otras organizaciones indican que entre un 20% y un 29% de la población adulta sufre dolor crónico. Además, se estima que una de cada cinco personas experimenta dolor crónico de moderado a intenso, y una de cada tres no puede mantener un estilo de vida independiente debido a la intensidad del dolor.
